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jueves, 20 de mayo de 2010

Callada marea

Como callada marea
    que sumerge indiferente a nuestros cuerpos/
como callada marea que memora
    el degüello de nuestros ojos estupefactos/
como callada marea/
¡así se anegan las conciencias!
Charcos son    de suburbios abandonados.

Aparto un poco mi corazón
    de esta ruta pedregosa que transito.
Se parte en mis labios    entre tanto
    la tibia almendra de tus besos.
Algo distinto al mundo
removiendo un poco mi dolor.

Las tinieblas recónditas del Hombre se agazapan/
    para dar el zarpazo final
        sobre la cúspide vacía de sus vértebras.
Alas de aluminio moldean los crisoles
    mientras su espíritu/    pesado se mueve/
        entre las calles desteñidas.

Pasa el cardumen celeste
    quebrando divinas tansparencias/
Es el tiempo que cabalga
    sobre el perfume de rosas cultivadas.

Duermen las multitudes
    y en sus manos el fusil...
El fusil que ignora el sueño/
El sueño que es al fin/
lamentable y triste/
centro borroso de su blanco.

Autor: Juan C. L. Rojas

miércoles, 14 de octubre de 2009

Con los pies heridos

Debo bendecir/
    esta crítica aurora nueva
        de truenos y relámpagos.

Debo bendecir los anhelos/
    porque le dan alas a estos pasos
para que dancen/
    más allá/
sobre las empuñaduras salientes
    de estos riscos.

Debo bendecir/
    esta molienda de montañas
        para asegurar llanuras y vergeles.

Sin embargo puede ser...
¡Sí!... ¡Pudiera ser!
    que despilfarre en vano
        la benevolencia abnegada
            de esta esperanza.

Intento romper el bloqueo
    a las señales que vuelan
        frente a la nariz insensible del aire.

Intento abrir
    las mentes que caen
        ante el polvo oscuro del ego.

Expongo en el borroneo de mis versos
    la mansedumbre del humus
        que despierta a la semilla.

En un rincón está/
arrojado como al descuido
    el mantel de la armonía
mientras    en los valles
ronda esquivo de los hombres
    el unicornio.

...Y yo aquí/
con este destino
    de piel y silencio.

No quiero
sólo soñar un viento hermoso
    barriendo esta molicie
        aferrada en multitudes.

Con los pies heridos caminan los sueños/
con los hombros fatigados avanza el amor/
    dejando altares
        de tímidos fantasmas.

Autor: Juan Carlos Luis Rojas

AMIGOS, GRACIAS POR VUESTRA PARTICIPACIÓN.